Concibo la educación como una herramienta para sembrar "sentido de posibilidad" en las personas, es decir, la idea de que es posible pensarnos una realidad distinta, más consciente, sostenible y humana.
En esta aventura como educadora, he encontrado en la ciencia una manera de lograr este propósito, enseñar y aprender a vivir con curiosidad y gratitud. Para mí, explorar el mundo es una invitación constante a maravillarse. En cada forma de vida que nos rodea, en el aire que respiramos e incluso en inmensidad de un atardecer podemos encontrar motivos para agradecer.
Por más de seis años, he acompañado procesos de formación en ciencias naturales, investigación escolar y semilleros académicos. Me apasiona el arte de hacer preguntas, investigar, descubrir y observar la vida con más atención. Creo que la ciencia no solo explica fenómenos, sino que también nos conecta con la belleza de lo simple y con la responsabilidad de cuidar la tierra, el agua, el aire y nuestro propio cuerpo.
Disfruto caminar, leer, ver los atardeceres y conectar con lo simple.
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